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Desde sus inicios, la historia de la prostitución y sobre todo, la forma en la que esta se ejerce no ha dejado de cambiar. Esto se hace evidente ya que hoy en día es posible ver a las chicas de compañía haciendo uso de herramientas digitales para practicar su profesión. Es común observar en las noticias o en cualquier foro de putas de Internet información sobre estas acompañantes y de los servicios que ofrecen, lo que hace pensar que este oficio sigue más vivo que nunca.
Pero no hay que olvidar el pasado, esta profesión tiene una gran historia, no solo en Valencia o en España, sino en todo el mundo, y no deja de ser interesante conocer cómo se ejercía en cada región del mundo, siendo la Antigua Grecia, una de las que más podría llamar nuestra atención. Allí, las chicas de compañía se dividían en diferentes clases, pero todas ellas compartían un fin común: satisfacer las necesidades sexuales de cualquier hombre.
Prostitución a bajo coste en Atenas
Fue en el siglo VI a.C cuando se crearon las Leyes de Digesto. Gracias a ellas, la prostitución quedaba totalmente legalizada, fomentando además una serie de servicios low cost en burdeles públicos de Atenas.
A sabiendas de que no todos los atenienses contaban con el mismo nivel adquisitivo, existían burdeles en los que las acompañantes ofrecían servicios muy económicos. De este modo, ningún ciudadano se quedaba sin disfrutar de las grandes orgías y fiestas del sexo que allí se organizaban.
Las Dicteriades
En la clase más baja del negocio se encontraban las denominadas dicteriades o pornais. Se caracterizaban por ser consideradas prostitutas de tercera que nada tenían que ver con las escorts de Valencia de la actualidad ya que aquellas vivían de la forma más precaria posible. El negocio del sexo era su única forma de subsistencia, y muchas de ellas eran compradas para satisfacer las necesidades de cualquier ateniense.
Al ser las que tenían los precios más asequibles, las dicteriades llegaron a convertirse en las prostitutas más deseadas por los clientes.
Prostitutas exclusivas en la Antigua Grecia
Las conocidas hetairas no eran aptas para cualquier ateniense. Seguían siendo prostitutas, pero a diferencia de las otras, de clases inferiores, estas eran realmente bellas, elegantes y con un gran nivel cultural. Atendían a políticos, filósofos y artistas bohemios, algo que requería de una buena dosis de paciencia.
Otra característica que las diferencia de las anteriores es que, en el caso de las hetairas, contaban con un nivel adquisitivo que les permitía tener su propia casa y asistir a todo tipo de banquetes junto a integrantes de mayor clase en la sociedad.
Por otro lado, dentro de estas prostitutas de alto standing, teníamos también a las auletrides, las favoritas de la clase media. Estas chicas de compañía eran el alma de la fiesta. Poseían cualidades de bailarinas, cantantes e intérpretes musicales para amenizar todo tipo de eventos. Además, en muchas ocasiones accedían a un encuentro íntimo con los hombres a los que hechizaban con su enorme carisma y su sensacional cuerpo.
Prostitución sagrada
Y llegamos a la categoría más alta dentro de la prostitución en la Antigua Grecia. Muchos serán ajenos a este hecho, pero en lo templos griegos también se disfrutaba de orgías y fiestas sexuales. Sin embargo, estos actos se hacían en honor a Afrodita y se consideraban parte de la prostitución sagrada.
Las chicas se prostituían con el fin de enriquecer al templo y, posteriormente, rezaban a la Diosa Afrodita. Para llegar a convertirse en este tipo de servidoras, las mujeres eran donadas al templo en señal de agradecimiento.
La profesión sigue más viva que nunca
Han pasado miles de años y, lejos de desaparecer, el negocio de la prostitución en Valencia o en la mismísima Grecia, sigue más vivo que nunca y los foros de sexo son la prueba fehaciente de ello. Allí, es posible descubrir diferentes experiencias de clientes satisfechos e incluso a muchas de estas chicas ofreciendo sus servicios.
Y no solo esto, ya que a diario se hace uso de nuevas formas para atender las necesidades sexuales de cualquier hombre como los chats y video llamadas eróticas, y las chicas de compañía son capaces de hacer cualquier cosa para convertirse en esa distracción que sus clientes tanto anhelan.