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Netflix es sin lugar a dudas uno de los servicios de streaming más populares en la actualidad. De hecho, antes de que llegará el éxito de esta plataforma ya existían otras muy parecidas, pero resulta que ha sido Netflix la primera en atraer a un público mayoritario y ofrecerles las ventajas de ver sus series y películas favoritas cuando y donde quieran, por una cuota ínfima al mes. Otra de las grandes ventajas de Netflix ha sido producción original, que a la manera de HBO, ha generado series importantísimas y muy seguidas, que han logrado incluso alzarse con muchos premios que antes parecían vetados para este tipo de series en streaming. Los tiempos cambian, y Netflix es uno de esos agentes del cambio, mostrando que hay otro tipo de productos comerciales que se pueden consumir.
El catálogo de la plataforma de streaming es absolutamente imponente y cada mes se estrenan nuevas series, películas y documentales, tanto ajenos como de producción propia. Eso permite que siempre haya algo interesante que ver en Netflix, pero también supone en parte un gran agobio para aquellos que tratan de seguirlo todo. Siempre hay alguna serie que se nos puede escapar, por no haber sido tan anunciada o promocionada. Podría haber sido el caso de Don´t f**k with cats, pero el público ha conseguido auparla hasta ser uno de los fenómenos de la temporada. El documental muestra una historia absolutamente real sucedida hace unos años, pero parece tan rocambolesca que muchos incluso se niegan a creer que algo así haya pasado realmente.
De qué trata Don’t F**k with cats
Siguiendo la línea de otros documentales ya producidos por Netflix, Don´t f**k with cats nos mete en la historia real de Luka Magnotta, un joven canadiense que subía vídeos a Youtube en el que maltrataba a animales hasta la muerte. Aquello provocó una ola de indignación en muchos foros de Internet, y un grupo de personas, organizadas desde Facebook, lograron encontrarle tras una ardua investigación. Fue denunciado ante la policía, que no se inmiscuyó en aquello, porque pensaba que solo era un tipo sádico con los animales. Pero poco después, Luka Magnotta acabó matando a un joven estudiante de intercambio y huyó hasta Europa. Entonces, la Policía sí que se tomó en serio aquello, y le persiguió hasta encontrarle. El documental nos muestra toda la historia de Mignotta y la investigación que usuarios anónimos llevaron a cabo para identificarle por los vídeos en los que ahogaba gatos.
La mente perturbada de Luka Magnotta
Magnotta era un joven de 27 años que parecía tener una especial obsesión por los asesinos en serie, especialmente por los de la ficción. Se sentía atraído por el terrible asesino de American Psycho, interpretado por Christian Bale, y evidentemente, su mente no estaba bien del todo para afrontar una vida social correcta. Empezó a subir vídeos a YouTube en los cuales asesinaba a animales, ahogando a sus gatos o dejando a un perro a merced de una serpiente pitón para que lo devorase. Aquello provocó la indignación de muchísimos internautas, que consiguieron que los vídeos fueran censurados de aquella plataforma. Tras una ardua investigación, lograron apuntar a Luka como el causante de aquellas agresiones y lo denunciaron ante la policía, que sin embargo, se desentendió del asunto.
El final de este asesino
Aquellos vídeos eran solo una pequeña muestra de lo enfermo que estaba Magnotta. Tras esa violencia contra los animales, el chico decidió pasar a la acción y asesinar a un joven estudiante de intercambio, a quien también descuartizó. Lo más cruel de todo es que Magnotta envió por correo los pies del chico asesinado al Presidente de Canadá y al líder de la oposición en aquellos momentos. El chico comenzó entonces una huida hacia Europa, donde finalmente fue capturado, meses después, en Berlín, después de que el dueño de un cibercafé le reconociera cuando estaba mirando sus propias fotografías como uno de los más buscados de la Interpol. Aquella muestra de arrogancia o de estupidez le costó la libertad. Sin embargo, Magnotta buscaba ser conocido, y desde luego que eso sí que lo consiguió. Ahora en la cárcel, cumpliendo condena por varios delitos, se ha casado y es toda una celebridad en el país, con fans que van a visitarle asiduamente.
Recepción de esta docuserie
El proyecto del documental llevaba tiempo rondando la cabeza de sus productores, hasta que finalmente Netflix dio el visto bueno a la producción, sabiendo que seguramente traería mucha polémica. Esta docuserie se ha dedicado a mostrar la realidad que hay tras Internet, y como la red puede servir para dar pábulo a nuestras más enfermas obsesiones, pero también para unirnos frente a los que cometen este tipo de fechorías. Una vez lanzada, hace unas semanas, Don´t F**k with cats se ha convertido en una revelación, llamando mucho la atención de los espectadores en todo el mundo y dando a conocer la macabra y horrenda historia de Magnotta al gran público global. Aunque no ha sido de las series más publicitadas por la plataforma, lo cierto es que si que ha llamado mucho la atención entre buena parte de la crítica y los usuarios, que hablan sobre ella en redes sociales.
Uno de los docucrímenes más adictivos de Netflix
Con solo tres episodios y un montaje verdaderamente espectacular, Don´t F**k with cats se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada en Netflix. Es una docuserie tremendamente adictiva, en la estela de otras que ya hemos visto en la plataforma, pero mezclada con ese temor que muchos sentimos hacia el futuro al que nos estamos dirigiendo a través de las nuevas tecnologías. La historia de Magnotta es cruel y el documental no tiene reparos en mostrar esas escenas fuertes, así que hay que estar preparado para lo que se va a ver, pero desde luego, la serie es una de las más impactantes que podemos encontrar en el catálogo de Netflix actualmente.